Porque los sueños impulsan nuestras vidas, hoy compartimos la alegría de David y Alejandro, dos de nuestros empleados, que dan un paso más para cumplir uno de sus retos familiares: una casa propia.
Gracias al apoyo de la caja de compensación familiar Comfenalco, David Alejandro Úsuga, operario de la Línea O, y Wilson de Jesús Montoya, de las líneas 1 y 2, obtuvieron su subsidio de vivienda.
En la Fundación Pascual Bravo nos emociona trabajar para que los sueños de nuestros empleados se hagan realidad.
A ellos dos y a sus familias toda nuestra felicitación y mejores deseos.